En un mercado en el que cada día se acortan los plazos de entrega y la competencia no da tregua, planificar con precisión es la condición mínima necesaria para sobrevivir. Las empresas industriales se ven obligadas a responder a pedidos urgentes, gestionar imprevistos en la cadena de suministro y reducir costes sin perder calidad, y la diferencia entre entregar a tiempo o fallar puede definirse en cuestión de horas. Es en este escenario donde la Inteligencia Artificial se ha convertido en una herramienta clave para toda empresa que quiera adelantarse al mercado.
Los límites de la planificación tradicional
En muchas fábricas, la planificación sigue apoyándose, fundamentalmente, en hojas de cálculo. Son fáciles de usar, pero también limitadas, y cuando algo se sale de lo previsto, pierden toda la eficacia y precisión que ofrecen. Actualizarlas implica horas de revisión manual, llamadas, ajustes improvisados y pequeños márgenes de error que crecen con cada cambio.
Como resultado, la empresa pierde tiempo en solucionar la situación a la que ha llegado a causa de una estrategia anticuada; tiempo que podría emplear para diseñar un nuevo enfoque de negocio que potencie su posición en el mercado. Y no solo es cuestión de tiempo, sino que gran parte de la información relevante está fragmentada, impidiendo tener una visión real de la capacidad de producción, de los costes o del inventario disponible. Cuando las decisiones del negocio se basan en estimaciones incompletas, se corre el riesgo de producir más de lo necesario, quedarse sin stock o, lo que es peor, incumplir los compromisos con el cliente.
El contexto que impulsa la adopción de Inteligencia Artificial
Para empezar, el rol que cumple la Inteligencia Artificial dentro de un escenario como el que hemos descrito es el de identificar patrones y proyecciones más precisas que las que podría obtener un equipo humano por sí solo, y ofrecerles estos resultados a los profesionales del negocio. De esta forma, es posible comenzar a trabajar en planes basados en cálculos dinámicos y predicciones fiables, anticipando cuellos de botella, calculando el impacto de cualquier retraso de los proveedores antes de que ocurran o ajustando el calendario de producción de manera casi inmediata.
En Europa, el 89% de las empresas espera que la Inteligencia Artificial mejore sus operaciones, pero el 51% sigue en fases de estudio o en pruebas ligadas a proyectos piloto. En España, la implantación es aún más baja, con solo un 15,7% de empresas industriales que aplica modelos de Industria 4.0, mientras que cerca de otro 30% considera que no es viable. El freno que detiene a la mayor parte de las compañías son barreras como la inversión inicial, la escasez de personal técnico especializado o la falta de experiencia de su negocio en integración tecnológica. De hecho, casi tres cuartas partes de los directivos españoles reconoce que no cuenta con perfiles preparados para implantar y gestionar soluciones de Inteligencia Artificial.
Aplicaciones clave de la Inteligencia Artificial en la estimación de entregas
El beneficio más evidente que aporta la Inteligencia Artificial es la capacidad de estimar fechas de entrega con mayor precisión. Al cruzar datos sobre el rendimiento de maquinaria, la disponibilidad de materiales, la capacidad de los diferentes turnos y el calendario de pedidos, es más sencillo ofrecer respuestas rápidas y fiables a los clientes, minimizando el número de promesas incumplidas.
Otra ventaja clave es el mantenimiento predictivo, ya que la Inteligencia Artificial puede detectar patrones que indiquen los fallos próximos, por lo que la compañía puede programar reparaciones antes de que la avería interrumpa la producción. También existen aplicaciones para el control de calidad mediante la visión artificial, e incluso aplicaciones destinadas a la previsión de la demanda y a la cadena de suministro, de los que en nuestro blog tenemos varios artículos al respecto.
El salto hacia una planificación basada en Inteligencia Artificial
La tendencia hacia la fabricación inteligente ya está en marcha en toda Europa, y serán aquellas empresas que integren IA en su planificación las que podrán tomar decisiones basadas en datos sólidos, reaccionar más rápido a imprevistos y mejorar su competitividad global, mientras que las que no lo hagan, correrán el riesgo de quedarse atrás.
La Inteligencia Artificial ofrece una oportunidad clara para evolucionar hacia una planificación basada en la anticipación y el control. Y en un mercado donde los márgenes de error se cuentan en minutos, esa diferencia puede marcar el futuro de cualquier compañía.
