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Robots cognitivos e Industria 4.0. El rol de la IA en la nueva revolución industrial europea

Casos de uso y aplicaciones prácticas de robots cognitivos

Integración de Machine Learning en las líneas de producción industrial

A lo largo de 2025, con todos los avances legistativos y de desarrollo de los que somos testigos, Europa avanza hacia una nueva revolución industrial mediante la convergencia de la Industria 4.0 y la robótica cognitiva, impulsada por gigantescas inversiones en infraestructura de Inteligencia Artificial y por desarrollos innovadores, como el robot social ““Jana”” de Eurecat. El Plan de Acción “Continente de IA ha destinado hasta 20.000 millones de euros a la creación de enormes centros de IA (incluyendo la construcción de instalaciones de supercomputación, los costes de mantenimiento y trabajo de datos, y la adquisición de talento) con el fin de garantizar la autonomía estratégica de la Unión Europea en ciertos sectores críticos. Este enfoque pretende reforzar la competitividad europea y fomentar ecosistemas locales de investigación y producción.

En este artículo, analizaremos cómo la robótica cognitiva y las infraestructuras de Inteligencia Artificial evolucionan en conjunto para redefinir la Industria 4.0 en Europa. Te invitamos a seguir leyendo si tienes interés en conocer más detalles sobre algunos de los casos de uso más relevantes, las iniciativas estratégicas de la Unión Europea y los retos que plantea esta revolución para consolidar un liderazgo tecnológico sostenible.

Panorama de la Industria 4.0 y robótica cognitiva en Europa

Como ya hemos comentado, Europa se encuentra en una fase decisiva de consolidación de la Industria 4.0, impulsa por inversiones públicas y privadas en infraestructuras de computación y en sistemas robóticos inteligentes. La Comisión Europea pretende triplicar la capacidad de sus centros de datos en los próximos siete años, apoyándose en una futura Ley de Desarrollo de la Nube y la IA, asegurando soberanía tecnológica y capacidad de procesamiento en la UE. Al mismo tiempo, la robótica cognitiva comienza a integrarse de forma sólida en líneas de producción avanzadas y ciertos entornos clínicos, como ocurre con el robot Jana de Eurecat, del cual hablamos en los siguientes párrafos. El consenso actual sobre robótica e Inteligencia Artificial resulta alentador para el continente, ya que sitúa a Europa en la vanguardia de un nuevo modelo industrial que combina la automatización inteligente con la resiliencia y confianza en la cadena de valor.

Hitos normativos y de inversión

La Comisión Europea presentó este pasado mes de abril el Plan de Acción “Continente de IA”, cuya finalidad es fortalecer el ecosistema de Inteligencia Artificial reuniendo supercomputación, datos y talento en centros repartidos por toda la Unión Europea. Bajo esta iniciativa, se han recibido siete propuestas de consorcios para levantar las primeras fábricas de IA a principios de 2025, garantizando un despliegue equilibrado entre los distintos Estados miembros. Paralelamente, la última cumbre de París confirmó un compromiso de movilizar 200.000 millones de euros destinados a Inteligencia Artificial, de los cuales una cuarta parte proceden de fondos públicos y, el resto, de empresas europeas.

El objetivo vigente de multiplicar la capacidad de centros de datos se complementa con la futura Ley de Desarrollo de la Nube y la IA, que establecería un marco legar para acelerar la expansión de infraestructuras de datos en el territorio europeo. Por su parte, el Gobierno español estudia cómo canalizar las inversiones en el sector a partir de ejemplos de colaboración público-privada que vemos en otros países europeos pioneros en este cambio.

Infraestructura y autonomía estratégica para las factorías de Inteligencia Artificial

Los grandes centros de IA planteados se conciben como centros de computación de última generación que integran hardware especializado y acceso a grandes volúmenes de datos para entrenar modelos avanzados. Cada instalación deberá contar con al menos 100.000 chips de IA de última generación y conectividad de alta velocidad, permitiendo crear y desplegar modelos fronterizos en sectores estratégicos. El fondo InvestAI de la Unión Europea ha reservado partidas para financiar cuatro gigafactorías iniciales, distribuidas en Francia, España, Alemania y la región nórdica, con inversiones directas de 20.000 millones de euros.

Estas factorías funcionarían como polos de innovación, donde startups, centros de investigación y grandes corporaciones colaborarán en proyectos de Inteligencia Artificial aplicada a la salud, la energía y la movilidad. Una de las metas principales es reducir la brecha tecnológica frente a competidores globales y crear un entorno donde los modelos europeos sean diseñados, entrenados y validados íntegramente dentro del mercado comunitario.

Robots sociales y aplicaciones de robótica cognitiva

Los robots cognitivos representan una de las invenciones más sorprendentes e importantes de los últimos años, y están redefiniendo la automatización industrial. En líneas de producción que integran Inteligencia Artificial, esta clase de dispositivos identifican defectos mediante visión artificial y ajustan sus operaciones de forma autónoma, mejorando la productividad y permitiendo, a su vez, reducir los tiempos de inactividad que se experimentaban anteriormente y requerían de esfuerzo y trabajo manual.

En España, el centro Eurecat ha desarrollado el robot social Jana, presentado en el Mobile World Congress de Barcelona, capaz de reconocer rostros y adaptarse al entorno para asistir en la comunicación de pacientes en hospitales.Jana está diseñado específicamente como medida de aplicación de la robótica cognitiva en entornos clínicos, y su empleo está ayudando a los profesionales del sector al seguimiento de síntomas y la estimulación cognitiva de manera personalizada. A nivel europeo, este y otros futuros desarrollos están llamados a potenciar significativamente la adopción de la Inteligencia Artificial, impulsando el desarrollo y crecimiento del sector. Se prevé que el mercado de la robótica cognitiva en Europa alcance los 180.000 millones de euros para 2030, gracias a un crecimiento acelerado por la convergencia entre IA y automatización física.

Desafíos y próximos pasos

El principal desafío para estas infraestructuras reside en el consumo energético de grandes centros de datos, lo que exige inversiones paralelas en energías renovables y sistemas de refrigeración eficientes que aseguren un rendimiento continuo y escalable. Además, la gobernanza de datos y la ética en Inteligencia Artificial requerirán marcos claros, con auditorías continuas y sandboxes regulatorios que permitan probar nuevas soluciones en un entorno controlado. La aplicación del AI Act en Europa será clave para garantizar el cumplimiento de todos estos marcos, y garantizar la seguridad y disponibilidad de recursos para todas las personas.

En el ámbito del talento, Europa debe acelerar la formación de expertos en IA y robótica, fomentando alianzas entre universidades, centros tecnológicos y los propios centros de datos, y reducir así la brecha de talento en el sector que sufren algunos países de la Unión Europea. Solo así se garantizará la disponibilidad de perfiles capaces de diseñar, implementar y mantener estos sistemas avanzados. Si se mantiene este enfoque, y las medidas planteadas se llevan a cabo de la manera correcta, la Unión Europea tendrá potencial para consolidar un liderazgo sostenible en la nueva revolución industrial.


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