La realidad es que cada vez aparecen robots en más ámbitos de las personas, incluso en muchos casos sustituyéndonos. ¿Es esto tan beneficioso?
La realidad es que como todo tiene su parte buena y su parte mala.
Si observas a tu alrededor verás que la tecnología está aplicada en todos los ámbitos, pero ¿realmente que se entiende como robot?
Los robots intentan imitar figuras como personas o animales para realizar diversas tareas para la comodidad de las personas. No obstante no toda la tecnología aplicada actualmente son robots. En la mayoría de industrias, los trabajos más complicados o que requieren más esfuerzos o precisión son llevados a cabo por máquinas, pero ¿estas son robots?
Todo depende de lo que cada uno considere como robot, no obstante lo que sí que está claro es que estas máquinas han sido programadas por alguien y la verdadera pregunta es, ¿Podrían estas máquinas/robots aprender por si solas a realizar las tareas?, ¿Nos podrían sustituir en todo?
La realidad es que si pueden aprender a realizar tareas por si solas, pero no nos pueden sustituir en todo.
El futuro: Inteligencia Artificial
Como bien sabemos la idea de la creación de muchos robots, es sustituir a las personas en sus tareas para mayor comodidad y eficiencia. Una máquina no se cansa, no tiene fallos de precisión, no se queja, no se pone enferma y además puede realizar diversas tareas a una velocidad que las personas no podemos igualar.
Para que en un futuro las máquinas y los robots nos sustituyan en los trabajos es imprescindible que actúen como nosotros, pero de manera más eficiente. Aquí es donde toma el protagonismo la Inteligencia Artificial.
La idea principal de la Inteligencia Artificial es conseguir que las máquinas lleven a cabo diversas tareas de la manera más eficiente posible y con la menor interacción humana posible. Es decir, que realicen tareas autónomamente.
Dentro de la Inteligencia Artificial hay dos tipos: Débil y fuerte.
Actualmente todas nuestras máquinas y robots están en el apartado débil y ahora te explicaré por qué.
Cuando hablamos de I.A. débil, nos referimos a máquinas programadas para realizar una tarea de forma exitosa. Actualmente hemos conseguido gracias a la I.A. y el Machine Learning, que las máquinas puedan ser capaces de aprender y perfeccionar una tarea. Por ejemplo dentro de una industria un brazo robótico el cual sirve para levantar un coche y trasladarlo a otro sitio. No obstante si intentamos que esta máquina monte todas las piezas de un coche le resultará imposible.
Con los robots pasa lo mismo. Tú puedes enseñar a tu robot a caminar de manera similar a la humana y conseguir que no se choque. También puedes conseguir que si se cae se levante. No obstante si intentas que este mismo robot chute una pelota, le resultara imposible. Es por esto que decimos que es débil, puesto que se especializa en una sola tarea.
Cuando hablamos de I.A. fuerte, nos referimos a máquinas programadas para realizar muchas tareas de forma exitosa. Esto de momento no ha sido posible con la tecnología actual, no obstante podemos ver ejemplos en las películas. Un robot el cual trabaja en tu casa y es capaz de escuchar tu voz y responderte, hacerte la comida, poner las lavadoras, sacar a pasear al perro, bajar la basura y demás tareas que actualmente realizan las personas.
Pensar en I.A. fuerte por el momento, es solo un sueño. No obstante cada día se hacen mejoras y se consiguen mejoras en los apartados de la inteligencia artificial.
Inteligencia Artificial fuerte: ¿Es tan beneficioso como pensamos?
Para esta pregunta no existe una verdadera respuesta correcta. Es cierto que sí que es beneficioso. La vida de las personas sería muchísimo más cómoda. Se acabaría el tener que madrugar por obligación, el trabajar muchas horas para acabar el trabajo a tiempo y demás.
No obstante no todo es tan bueno como parece. Puede llegar al punto que las propias máquinas sean capaces de crear otras máquinas y mejorarlas de manera autónoma, y entonces ¿Qué pasaría con las personas? ¿Qué actividades realizaríamos para obtener ingresos?
Aquí es donde radica el problema, puesto que las grandes empresas preferirán máquinas que no se cansan antes que una persona la cual necesita descansar. Además a una máquina no es necesario remunerarle el trabajo, mientras que a las personas sí. Entonces, ¿Nos podrían sustituir las máquinas en todo?
Lo cierto es que no. Sí que es verdad que una máquina podría programar más máquinas, podría operar con gran precisión una enfermedad de una persona y también podría encargarse de repartir comida.
No obstante hay tareas que no pueden remplazar. Cuando alguien tiene un problema o necesita incluso de un especialista, lo que necesita es alguien que le comprenda y le ayude con lo que se conoce como ‘calor humano’.
Las máquinas a pesar de que puedan aprender, siguen sin poder pensar y por eso se considera que son ‘frías’. Están pensadas únicamente para las tareas a las cuales han sido destinadas. Además aquí aparece un cierto debate.
En caso de un accidente entre un coche a la fuga de la policía que se ha estrellado con otro coche en el cual hay una madre y su hija. Cualquier persona priorizaría la salud de la madre y la hija por la situación en la que ha ocurrido, no obstante una máquina simplemente observa variables. En el coche que se daba a la fuga había 3 integrantes, mientras que en el de la madre y la hija solamente 2. Por tanto el robot priorizaría el rescate del coche con más integrantes.
Como conclusión solo tengo que añadir que es cierto que la I.A. es muy beneficiosa para las personas, pero bajo mi punto de vista, nunca podrán sustituirnos del todo y siempre se requerirá a personas para que las supervisen y les guíen por el camino que las personas consideramos correcto.
