Conocemos de primera mano la presión que viene motivada de las interrupciones geopolíticas, el aumento de costes y la dificultad para encontrar personal cualificado. Los datos confirman la fragilidad de las cadenas de suministro actuales, con un 68% de las empresas en España experimentando interrupciones de carácter grave o moderado en sus operaciones. Frente a esta realidad, esperar a que ocurra una incidencia es una estrategia que genera pérdidas de eficiencia, económicas y de clientes.
La complejidad actual se debe a una combinación de desafíos. Por un lado, el sector logístico español encabeza la escasez de talento, con un 86% de las compañías que admiten tener problemas para cubrir los perfiles que necesitan. Esta falta de personal cualificado, sobre todo en áreas técnicas, crea cuellos de botella que limitan la operatividad e impiden la adopción de nuevas tecnologías. A esta situación hay que añadir un entorno económico de gran presión. Los márgenes operativos se reducen por el incremento de los costes de la energía y el transporte. Al mismo tiempo, la escasez de suelo logístico eleva los precios en ubicaciones estratégicas, suponiendo una carga financiera adicional para las operaciones de cualquier empresa. Esta mezcla de factores, junto a la volatilidad geopolítica y los efectos del cambio climático en las rutas, obliga a las compañías a adoptar estrategias basadas en la anticipación; es solo mediante esta capacidad de que las organizaciones puedan trazar sus planes a futuro con la tranquilidad de que no se verán frustadas por decisiones externas.

Inteligencia Artificial para transformar la incertidumbre en una ventaja competitiva
Es en este contexto donde la Inteligencia Artificial representa una herramienta fundamental para la competitividad. Existe una brecha significativa en el mercado español: aunque más del 90% de los directivos logísticos ven la Inteligencia Artificial como un aliado clave, en la práctica, apenas un 9.6% de las empresas del sector la han implementado. Esta diferencia entre la intención y la acción es la mayor oportunidad para las compañías que decidan avanzar.
Los modelos predictivos de Inteligencia Artificial se diseñan para procesar grandes volúmenes de datos de fuentes diversas que un equipo humano no podría correlacionar con la misma velocidad que logra esta tecnología: historiales de envíos, datos de tráfico en tiempo real, previsiones meteorológicas, niveles de congestión en aduanas y puertos, e incluso noticias sobre eventos que puedan afectar la logística. La tecnología analiza esta información para identificar patrones ocultos, aprende qué combinación de factores ha provocado retrasos en el pasado, y ejecuta predicciones más precisas con el tiempo.

El resultado es un pronóstico probabilístico y accionable; una alerta temprana que permite tomar medidas con antelación, como desviar una carga o notificar a un cliente antes de que una determinada incidencia se materialice. Empresas como DHL ya utilizan Inteligencia Artificial para predecir las posibles interrupciones que puedan afectar a sus cargas aéreas con hasta una semana de antelación. Los beneficios que aporta la tecnología permite, en líneas generales, optimizar rutas para reducir costes de transporte hasta en un 20%, automatizar almacenes para alcanzar una precisión en la preparación de pedidos del 99%, y lograr una disminución de los costes operativos totales de entre un 10% y un 30%.
La próxima frontera: IoT y gemelos digitales
La evolución no se detiene aquí, ya que a pesar de que la Inteligencia Artificial es la encarga de procesar todos los datos internos y externos relevantes para el negocio, si queremos que genere predicciones en tiempo real, dependeremos de datos precisos que se generen de forma recurrente. Ese sistema es el Internet de las Cosas (IoT), donde los sensores ubicados en contenedores, vehículos y palés informan constantemente de su ubicación y estado, eliminando los puntos ciegos de la cadena de suministro.
Cuando combinamos estos datos en tiempo real con la Inteligencia Artificial y los gemelos digitales, alcanzamos un nivel de control mucho mayor; un Gemelo Digital nos permite simular el impacto de cualquier decisión en un entorno virtual seguro, sin arriesgar la operación real. Podemos preguntarnos: ¿qué pasaría si cerramos este almacén? o ¿cuál sería el efecto de una huelga en el puerto de Róterdam? Pues, precisamente, el puerto de Róterdam ya utiliza un gemelo digital para simular y optimizar el tráfico de buques, garantizando una navegación más segura y eficiente. Esta sinergia tecnológica es el camino hacia una cadena de suministro que de verdad se pueda gestionar de forma automática y resista a las adversidades externas.

La pregunta que toda empresa de logística debe hacerse es cuándo dará el paso para no quedarse atrás. La tecnología para anticiparse a los problemas, optimizar los recursos y ofrecer un servicio a prueba de interrupciones ya es accesible. El momento de convertir la incertidumbre en su mayor ventaja competitiva es ahora.




