En logística, el margen de error se estrecha cada vez más. Una entrega fuera de plazo, una mercancía extraviada o un inventario mal gestionado generan costes y pueden hacer perder a nuestros clientes. Según estimaciones del sector, la falta de visibilidad en la cadena de suministro puede restar hasta un 10% de los ingresos anuales del negocio, por lo que, bajo este escenario, las empresas se ven obligadas a buscar herramientas que les permitan conocer en tiempo real dónde está cada pedido y en qué condiciones se encuentra. Y, aquí, es donde la trazabilidad inteligente basada en Inteligencia Artificial puede convertirse en una necesidad.
Una cadena de suministro bajo presión
En los últimos años, el comercio global ha dejado de moverse con la regularidad que muchos daban por hecha. Ciertos factores como la inestabilidad geopolítica han alterado rutas comerciales clave, afectando especialmente a continentes como Europa y Asia. Por consiguiente, ha aumentado el número de retrasos en el transporte ferroviario, cambios de itinerarios en el marítimo y cancelaciones en el aéreo. A su vez, el aumento del precio de la energía y del combustible ha encarecido el almacenamiento y la distribución, haciendo aún más compleja la situación.
En España y el resto de Europa, el panorama se complica con un cambio en el comportamiento del consumidor; después de la pandemia, los clientes han normalizado las entregas exprés. Las empresas deben cumplir plazos muy cortos, con clientes que no están dispuestos a aceptar demoras, mientras lidian con unos gastos operativos más altos. La posición de muchos operadores logísticos se vuelve difícil de gestionar: o asumen esos costes o arriesgan la satisfacción del cliente.
No hemos tenido en cuenta que muchas cadenas de suministro son largas, globalizadas y con múltiples intermediarios, por lo que habría que sumar un problema estructural, natural del propio negocio. Esta complejidad hace casi imposible tener información clara y fiable con los métodos tradicionales sobre el recorrido de un producto, sus tiempos y posibles incidencias. Sin visibilidad, reaccionar ante cualquier imprevisto se convierte en una tarea lenta y costosa.
La capacidad de respuesta como pilar de la competitividad
La crisis logística de los últimos años ha puesto en evidencia la fragilidad de los sistemas diseñados solo para reducir costes. En 2024, un 68% de las empresas españolas sufrió interrupciones relevantes en su cadena de suministro, y casi un tercio de ellas tuvo que detener la producción por falta de componentes esenciales, causando pérdidas económicas considerables. Este tipo de interrupciones puede comprometer la viabilidad financiera de una compañía, tornando a la capacidad de respuesta de la misma como un factor determinante de su competitividad.
El valor de la Inteligencia Artificial está en procesar volúmenes masivos de datos en tiempo real, encontrar patrones muy específicos y devolver recomendaciones o llevar a cabo acciones automáticas que permitan a la empresa anticipar los problemas. Cuando se combina esta capacidad con otras tecnologías, se obtiene la trazabilidad precisa que necesita la logística actual.
Los aportes de una trazabilidad inteligente
Las empresas que ya han integrado soluciones de trazabilidad con Inteligencia Artificial reportan mejoras claras, destacando una reducción de costes de almacenamiento y pérdida de ventas que puede llegar al 15%, gracias a una planificación de inventario más afinada.
Otro punto fuerte de esta tecnología es la anticipación que brinda al negocio, ya que estos sistemas también evalúan lo que podría pasar en un futuro, en base al conocimiento que han adquirido durante su entrenamiento. Como es posible incorporar datos externos al negocio, pero también relevantes para el rendimiento del mismo, se vuelve posible prever retrasos y reorganizar las rutas antes de que cualquier problema afecte al cliente. Esta trazabilidad inteligente también incrementa la transparencia, sobre todo en sectores donde la información sobre el origen y las condiciones de los productos es clave.
Aunque los beneficios son evidentes, implantar un sistema de trazabilidad con Inteligencia Artificial es un proceso que requiere de inversión en el desarrollo de la solución, integración con los sistemas existentes del negocio y, sobre todo, un cambio de enfoque en la gestión, pues los equipos deben estar preparados para trabajar con datos en tiempo real y tomar decisiones basadas en ellos.
La trazabilidad inteligente con Inteligencia Artificial proporciona a las empresas una visibilidad completa de sus pedidos y mercancías, ganando capacidad de reacción, mejorando su eficiencia y fortaleciendo la relación con sus clientes. Las organizaciones que ya han dado el paso han actuado cuando debían para dejar atrás un modelo de negocio anticuado y operar en un entorno donde la rapidez, la precisión y la transparencia son obligatorias.
