Las ciudades modernas se enfrentan a un desafío de gran complejidad, que no es otro que mantener el desarrollo de la ciudad dentro de un marco de gestión eficaz y sostenible con el tiempo. En el panorama actual, regido por la urgencia climática y la necesidad de garantizar el bienestar de los ciudadanos, no es sorpresa que los gestores urbanos deban operar bajo la presión constante de tomar decisiones críticas. Actualmente, se llevan a cabo procesos de monitorización de contaminantes en el aire y otros indicadores ambientales, pero a menudo esta información permanece aislada, sin conectar con el pulso real de la ciudad. Los datos sobre la calidad del aire, el consumo de agua, las condiciones del suelo o la salud de la vegetación rara vez se cruzan con los patrones de movilidad, la densidad de población o la infraestructura existente, ya que se utilizan de manera cerrada en función de los proyectos que se estén llevando a cabo. Este enfoque, si bien puede ser eficaz de acuerdo a las necesidades de cada Ayuntamiento, limita la capacidad de respuesta y la planificación a largo plazo.
Por suerte, nos encontramos en un momento en el que la tecnología nos ofrece una solución robusta para superar esta fragmentación. Desde OverStand, proponemos la creación de una plataforma inteligente de resiliencia ambiental, un sistema que integra Inteligencia Artificial y un gemelo digital para construir un modelo holístico y dinámico del entorno urbano. Este enfoque trataría de optimizar la máximo la monitorización actual del entorno urbano, y utilizar el vasto ecosistema de datos disponible para transformarla en un sistema proactivo y predictivo capaz de anticipar riesgos, evaluar el impacto de las políticas urbanas y, en última instancia, guiar la evolución hacia ciudades más sostenibles y resilientes.

De datos dispersos a inteligencia urbana integrada
Para construir este modelo holístico, el primer paso consiste en identificar y conectar todas las fuentes de datos relevantes, que en un entorno urbano como el de una gran ciudad son increíblemente diversas. En la mayoría de los casos, las grandes y medianas ciudades cuentan con datos provenientes de mediciones en tiempo real de sensores IoT, datos geoespaciales, información pública de portales gubernamentales, e incluso predicciones meteorológicas externas.
De partida, es una variedad de datos muy rica para plantear su uso en el desarrollo de un sistema de inteligencia complejo; sin embargo, la simple acumulación de datos no es suficiente. El verdadero salto cualitativo ocurre cuando el sistema dota de contexto a esta información, interconectándola para revelar relaciones ocultas. Para el caso que traemos en este artículo, esta plataforma es capaz de entender que un sensor de contaminación específico está en una calle concreta, dentro de un barrio con una densidad de población determinada y sujeto a unas condiciones meteorológicas precisas. Es sobre esta base rica y correlacionada donde operan los modelos de Inteligencia Artificial, entrenados para realizar tareas complejas, como podrían ser la predicción de picos de contaminación o la anticipación de formaciones de islas de calor.

El gran valor que se obtiene de este análisis de los datos disponibles se hace tangible para los usuarios a través de herramientas intuitivas. Los equipos pueden visualizar los datos en un gemelo digital interactivo, monitorizar indicadores clave en cuadros de mando personalizados o utilizar los diferentes módulos de simulación de la plataforma para plantear escenarios hipotéticos y observar sus posibles consecuencias.
Usos clave del gemelo digital en el entorno urbano
Como mencionamos, la plataforma está diseñada para hacer un uso coherente y unificado del amplio conjunto de datos de una ciudad. En cierto modo, la plataforma actúa como repositorio centralizado de estos datos, pero no es ahí donde radica su valor estratégico. Un gemelo digital bien implementado, junto con la capacidad de los modelos de Inteligencia Artificial entrenados con datos únicos del lugar, nos permite desarrollar un sistema que ofrece funcionalidades que trascienden la gestión tradicional y abren la puerta a nuevas oportunidades. El siguiente listado ofrece una visión superficial de algunas de las aplicaciones que consideramos clave al momento de decidir la implementación de un sistema como el que describimos en este artículo.
- Diagnóstico integrado de vulnerabilidad y oportunidad. La capacidad de generar un "mapa de criticidad" otorga una herramienta de gran utilidad a distintos perfiles, no solamente a un Ayuntamiento que dirija su ciudad hacia un modelo de gestión inteligente. Esta herramienta puede otorgar un valor añadido a administraciones que necesiten priorizar sus inversiones; empresas de seguros que evalúen riesgos climáticos; promotoras que deban analizar la viabilidad de sus desarrollos; cadenas de retail en búsqueda de la ubicación óptima para una nueva tienda; entre otros.
- Anticipación y simulación proactiva. El laboratorio virtual que ofrece un gemelo digital es una herramienta estratégica de aplicación universal. La capacidad de lanzar simulaciones y estimar las consecuencias de las mismas en base al histórico de datos disponible es uno de los motivos principales por los que las compañías deciden el desarrollo de un gemelo digital que opere bajo su mando. En este contexto, y a modo de ejemplo, los urbanistas podrían simular el impacto de una nueva zona de bajas emisiones, mientras que una empresa de logística sería capaz de modelar cómo esta modificación afectaría a sus rutas. En el caso de las ingenierías, el gemelo digital les podría ser de gran ayuda para simular la eficiencia energética de diferentes diseños de edificios antes de iniciar una obra, optimizando costes y garantizando la sostenibilidad de la misma.
- Monitorización orientada al bienestar y la experiencia. Poner el foco en la salud es crucial, y las empresas de facility management pueden usar el gemelo digital para optimizar la calidad del aire en edificios de oficinas. Siguiendo en la misma línea, las cadenas hoteleras o los centros comerciales podrían utilizar este sistema para monitorizar las condiciones ambientales y garantizar una experiencia de cliente superior y segura.

Debemos tener en cuenta que la implementación de un gemelo digital es un proceso evolutivo, y que requiere de la adopción de ciertas prácticas que faciliten la adquisición constante de nuevos datos. La capacidad de transformar el enorme conjunto de datos disponible en conocimiento interconectado, nos permite comprender, predecir y actuar de forma proactiva, construyendo entornos más resilientes y facilitando iniciativas de negocios más competitivos y adaptados a los desafíos del futuro.




