En un contexto marcado por sequías cada vez más frecuentes y la creciente presión sobre los recursos hídricos, en Europa se buscan soluciones que garanticen el suministro sostenible del agua. Bajo esta premisa, y teniendo en cuenta el historial de aplicaciones que ha recibido la Inteligencia Artificial para tareas de este ámbito, como la anticipación de fugas, la optimización de los procesos de tratamiento del agua y la predición de variaciones meteorológicas, esta tecnología tiene el potencial de resultar una herramienta indiscutible en nuestro camino hacia la sostenibilidad.

A lo largo de este artículo examinaremos varios aspectos relacionados a la sostenibilidad de los recursos hídricos, como es el Proyecto Gaia en Andalucía, además de otras iniciativas relevantes en España y la Unión Europea. También haremos un repaso de los beneficios operativos y medioambientales de la aplicación de Inteligencia Artificial en el ciclo del agua, así como los retos técnicos y regulatorios que acompañan a esta transformación.
El Proyecto Gaia y la digitalización del ciclo del agua en Andalucía
En Sevilla exiten cinco municipios (Tomares, Castilleja de la Cuesta, Sanlúcar la Mayor, Mairena y Villanueva) que han abrazado el Proyecto Gaia para convertir cada tramo de sus redes hídricas en un laboratorio vivo. Con un presupuesto de 10 millones de euros (en torno al 96% del presupuesto está financiado por el programa NextGenerationEU), Aljarafesa ha desplegado todo el material necesario; sensores de presión, caudalímetros y detectores de calidad del agua que envían información en tiempo real a una plataforma basada en Inteligencia Artificial.

Gracias a esos datos, los modelos pueden detectar fugas antes de que se causen pérdidas, y facilitar el ajuste automatizado de las presiones para alargar la vida de la tubería. La Universidad de Sevilla ha desarrollado varios modelos hidráulicos capaces de simular diferentes escenarios, priorizando aquellas reparaciones situadas en zonas críticas, como los entornos del Parque Nacional de Doñana.
Este proyecto, en producción desde finales de 2024, ha logrado mantener un suministro estable incluso en los recurrentes episodios de sequía que suele parece la región, y ha sentado las bases para una gestión más resiliente y sostenible del agua frente a los retos del cambio climático.

Otras iniciativas destacadas en España y Europa
El Proyecto Gaia no es el único en materia de sostenibilidad y gestión eficiente del ciclo del agua; otras regiones españolas también impulsan acciones similares que resultan beneficiosas a toda la sociedad. Tenemos el caso de La Rioja, donde se ha puesto en marcha un gemelo digital de los parques y jardines de Logroño. El resultado de este proyecto resulta en que los técnicos puedan ahora disponer de una réplica virtual de las redes de riego, que les permita anticiparse a averías y ajustar automáticamente los ciclos de riego. El gemelo digital en cuestión emplea datos de las precipitaciones registradas en la región, demanda del agua y la capacidad de retención del suelo para favorecer un uso más responsable del agua.
En Baleares, se ha hecho pública la noticia de que el Govern balear prepara la modernización de más de 6.000 pozos de explotación agrícola con sondas y contadores inteligentes. Esta actualización incluye el desarrollo de sistemas que ofrecerán datos en tiempo real sobre caudales y niveles de los acuíferos. El posterior análisis de estos datos resultará clave para la detección de la sobreexplotación y planificación de los cultivos en función de la estación.

Más al sur, el proyecto Génesis del IGME-CSIC reúne hasta veinte entidades distintos países para optimizar el uso del agua en entornos insulares y costeros del Atlántico. Se trata de un proyecto bastante ambicioso, que combina Inteligencia Artificial, gemelos digitales y soluciones como los sistemas de infiltración controlada para mejorar la recarga de acuíferos y frenar la erosión del suelo. Génesis aspira a sentar las bases de una gestión hídrica que responda con agilidad a sequías e inundaciones, adaptándose a los nuevos retos climáticos.
Beneficios y desafíos de la integración de IA en la gestión del agua
La llegada de la Inteligencia Artificial está dejando huella en cada una de las etapas del ciclo del agua. Por un lado, en las redes de distribución, los modelos avanzados permiten detectar fugas apenas comienzan. Esta detección en tiempo real es clave, ya que aún no se han comenzado a manifestar las consecuencias y nos permite a los humanos actuar con anticipación, reduciendo pérdidas en hasta un 67% en las compañías que implementan con eficacia esta estrategia. Por otro lado, en las depuradoras se suele aplicar la Inteligencia Artificial con objetivos relacionados al ajuste del bombeo del agua y la aireación, según la calidad y el caudal de agua entrante; enfoque que logra un ahorro energético considerable en determinados procesos de tratamiento.
Otra de las estrategias existosas en este ámbito reside en la creación de gemelos digitales, como hemos visto antes. La aplicación de gemelos digitales ha permitido anticipar episodios de inundaciones y sequías, calibrar los recursos disponibles y diseñar planes de contingencia antes de que la carencia o el exceso de agua se conviertan en crisis.

No obstante, toda esta transformación exige un esfuerzo significativo. El Proyecto Gaia ha requerido una inyección de 10 millones de euros, procedentes en casi su totalidad de fondos del programa NextGenerationEU, con el fin de dotar de sensores y comunicaciones a cinco municipios del Guadiamar. Además, el despliegue de Inteligencia Artificial requiere de profesionales con habilidades en análisis de datos, hidráulica y ciberseguridad; perfiles que escasean en el mercado laboral actual en España.
Por si fuese poco, el marco normativo aún está por definirse al completo, y la falta de directrices claras sobre el uso de datos operativos y ambientales obliga a avanzar con prudencia hasta que las autoridades consoliden normativas específicas que den seguridad jurídica a todos los implicados en el desarrollo y puesta en marcha de proyectos de esta índole.
Nuestro camino hacia una gestión hídrica inteligente y sostenible
La adopción de la Inteligencia Artificial en la gestión hídrica es esencial para afrontar la creciente escasez de agua y proteger ecosistemas frágiles, como el de Doñana en España. Los proyectos como Gaia demuestran el valor de estas tecnologías en la práctica, pero aún es imprescindible estrechar la colaboración entre ayuntamientos, empresas tecnológicas y universidades, tal como propone la iniciativa Génesis del CSIC.

La unión de los esfuerzos públicos y privados fundamenta un pilar clave con el que construir redes hídricas más eficientes, resilientes y sostenibles, manteniendo la capacidad de responder con agilidad a los retos del cambio climático.