En el sector retail, la intuición dejó de ser suficiente hace tiempo. En Europa y, sobre todo, en nuestro país, competir significa tomar decisiones rápidas y acertadas en un mercado en constante evolución, y la Inteligencia Artificial es la herramienta estratégica que permite a las empresas cambiar cómo se planifican y ejecutan sus campañas.
Los riesgos de una planificación anticuada
Organizar una campaña de retail hoy en día implica gestionar una enorme cantidad de información. Las empresas tienden a acumular datos de ventas en tiendas físicas, interacciones en e-commerce, registros de programas de fidelización y actividad en redes sociales. La información es un recurso muy valioso, sí, pero gran parte de las compañías la almacena en distintos departamentos que no siempre se comunican bien entre sí, impidiendo tener una visión global del cliente y del negocio.
Esa falta de conexión cuesta dinero, y en esta situación, la planificación financiera de mercancías y las previsiones de demanda pueden basarse en datos históricos que ya no reflejan la realidad. Confiar en lo que ocurrió la temporada pasada puede funcionar en un mercado estable, pero no en uno que cambia cada semana. El resultado habitual suele ser un exceso de stock que obliga a realizar descuentos que no habían sido planificados con antelación o, en el extremo opuesto, roturas de stock que dejan a los clientes sin los productos que buscan. Ambas situaciones afectan directamente a la rentabilidad del negocio y a la satisfacción del consumidor.
La Inteligencia Artificial como respuesta a la complejidad del retail actual
El volumen de datos y la velocidad a la que cambian las tendencias hacen que los métodos tradicionales se queden cortos. Ningún equipo, por muy preparado que esté, puede procesar y relacionar todas las variables necesarias en tiempo real sin ayuda externa. Aquí, la Inteligencia Artificial puede darles la capacidad de análisis y ejecución que necesitan para llegar a conclusiones precisas sobre las que contruir las decisiones de la empresa.
En España, se prevé que la inversión en Inteligencia Artificial en retail crezca cerca de un 48% en el próximo año. Por su parte, en el resto de Europa, más de la mitad de las aplicaciones actuales de Inteligencia Artificial aplicada al retail se concentran en marketing y ventas, confirmando el objetivo prioritario de las empresas en optimizar sus campañas.
Hay que tener presente que la adopción de la Inteligencia Artificial por sí sola no asegura resultados. Las empresas deben estudiar bien cómo se implementan la tecnología, definiendo claramente su estrategia y contando con procesos adaptados y personal formado para aprovechar al máximo las nuevas herramientas que les brinda la IA.
El aporte de la Inteligencia Artificial en la planificación de campañas
Integrar Inteligencia Artificial en la planificación no es solo una cuestión tecnológica. Si vamos a áreas críticas de un negocio, encontramos rápidamente algunas mejoras fundamentales que podemos medir con facilidad.
- Previsión de demanda con mayor precisión. Los algoritmos de Inteligencia Artificial pueden analizar en tiempo real el historial de ventas junto con datos externos, como la actividad en redes sociales, las predicciones meteorológicas, la celebración de eventos locales o los precios de la competencia. Este análisis en conjunto permite a la empresa planificar su inventario con exactitud, reduciendo el exceso y la falta de stock.
- Personalización a gran escala. La Inteligencia Artificial puede identificar patrones en el comportamiento de cada cliente y generar campañas adaptadas a sus preferencias. Con esta información, la compañía puede lanzar recomendaciones, ofertas y contenidos específicos para cada consumidor, e incrementar así las ventas de forma consistente. Carrefour es un buen ejemplo con su asistente “ClubIA”, dando sugerencias personalizadas basadas en los hábitos de compra a más de 10 millones de usuarios.
- Ejecución de marketing más eficiente. La Inteligencia Artificial también es capaz de ayudar a la empresa en el desarrollo de sus campañas, ajustándolas para maximizar el retorno de la inversión. Además, permite sincronizar estas campañas con el inventario disponible, por lo que si se agota algún producto, el anuncio podría pausarse automáticamente, evitando gastar en publicidad que no generará ventas y evitando también frustraciones a los clientes
Hacia un modelo de decisión más ágil
Es más que evidente que la Inteligencia Artificial ayuda a mejorar la precisión de las decisiones corporativas, y sobre todo, a tomarlas en el momento adecuado. Reaccionar con retraso o un excesivo adelanto a las reacciones del mercado puede marcar la diferencia en lo que respecta al éxito de las campañas de temporada o promociones limitadas de una compañía.
Las empresas que adopten un enfoque estratégico basado en la Inteligencia Artificial, inviertan en integración y apuesten por la formación de sus equipos podrían liderar el mercado en los próximos años, contando ahora con las herramientas que les permiten ejecutar su visión de negocio con más acierto y un riesgo mucho menor.
